La muerte no esta ajena a ninguno de nosotros, sea cual sea nuestra convicción de ella, llegará y nos llevará con ella a un destino desconocido, esta tambien a su vez deja de ser un obstáculo para convertirse en un llamado, un llamado de aprendizaje, de valor, de gratitud y de aprovechar el hoy, esa linda oportunidad de estar vivos. Debemos procurar hacer las cosas oportunamente, vivir de tal manera que si nos tocará fenecer hoy, seria satisfactorio para nosotros.
jueves, 26 de febrero de 2009
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